jueves, 27 de mayo de 2010

Se acabó el sueño

“Debe de ser un sueño, seguro, esto no puede ser más que un sueño porque aquí estoy devorándote a besos y no me rechazas, porque mis manos acarician tu suave piel y me devuelves maravillosos suspiros, porque enredas tus dedos entre mi pelo y tus labios ardientes e hinchados por tantos besos que nos hemos regalo, buscan mis labios… si… sin duda esto es un sueño, uno de tantos sueños que tengo, un sueño del que no quiero despertar nunca.

Hace rato que ha amanecido ¿cuántas horas hemos dormido? Pocas, muy pocas ¿Cuántos horas hemos estado besándonos y disfrutando de nuestras caricias? No importa las que hayan sido… saben a poco, a menos aún de lo que hemos dormido.
Y el sueño se está acabando y lo se, apuro los últimos besos tratando de grabar cada uno de ellos en mis recuerdos, sabiendo que pronto todo va a acabar y solo quedarán ahí, porque tú, lo se, te conozco, vas a actuar como si nada hubiera pasado.

Suena el timbre… se acabó, la realidad ha caído de golpe sobre mi ¿Qué será de nosotros a partir de ahora? ¿Realmente seremos capaces de actuar como si no hubiera pasado nada? Me miras asustada, yo te digo que no te preocupes, que vayas a ducharte, yo abriré la puerta. Se acabó el sueño.”